Espigas y perros ¡Peligro!

Hola amigos de Karim! Hace unos días tuvimos una experiencia algo desagradable con una espiga, Karim se topó con una y lo paso realmente mal. En este post os quiero contar nuestra experiencia y como actuar según el caso que se os presente. ¿Os quedáis a verlo?

Los fines de semana Karim los pasa en una casa con jardín, el cual jamás ha tenido espigas, hasta ahora. El salió a pasear como todas las mañanas y al cabo de un rato vino a buscarnos, como pidiéndonos ayuda, tenia unos estornudos muy fuertes, arrugaba la nariz, traía la boca abierta y babeaba muchísimo. Antes de darme cuenta que era una espiga lo primero que pensé que era veneno lo que había ingerido o rozado, inmediatamente le moje el hocico y la nariz abundantemente, (al ser una espiga el mojarle el hocico tampoco le vino mal, ya que al humedecer las vías nasales, parece que le ayudo a la hora de expulsar la espiga) después de mojarlo, fue cuando me di cuenta que era una espiga ya que le observé un trozo de la espiga cercana al ojo izquierdo, nada mas verla, comprobé que no la tenia clavada en la piel y empecé a quitárselas, por suerte no tenia ninguna clavada, antes de descubrir la espiga, Karim en un estornudo liberó la que tenia en la nariz, por que dejó de estornudar y se calmó.

Después de nuestra experiencia, a continuación os contamos como actua la espiga en contacto con nuestros peluditos y los síntomas que podeis detectar según el sitio en el que se encuentre.

¿Que son las espigas?

Las espigas son las semillas de cereales envueltas en una vaina dura y alargada, terminada en una punta aguda rodeada de pelillos que crecen en una sola dirección,  tienen forma de arpón o de flecha, de forma que una vez que la espiga está sobre cualquier superficie sólo puede desplazarse hacia delante.

espiga

Las zonas más expuestas son:

  • Ojos
  • Oídos
  • Nariz
  • Almohadillas y entre los dedos
  • Axilas
  • Vulva en hembras y prepucio en los machos
  • Boca
  • Piel, sobretodo en los pliegues

Síntomas para saber que hay una espiga:

Ojos: Suelen alojarse entre los parpados, tendremos que asegurarnos que el ojo no esté irritado, inflamado o medio cerrado, este tipo de infección es muy dolorosa para nuestros canes, pudiéndose formar hasta ulceras. Si detectamos cualquier síntoma en alguno de sus ojos, para evitar la perdida de este, tendremos que acudir a la mayor brevedad al veterinario, que será el que lo extraiga, nunca intentar quitarle la espiga nosotros.

Oídos: Suele ser el sitio más frecuente, sobre todo en perros de orejas largas y caídas, suelen zarandear la cabeza, rascarse agresivamente y de forma obsesiva, pueden emitir gemidos de dolor y mucho nerviosismo. Hay que actuar rápidamente acudiendo a un veterinario, ya que de no retirársela puede causarle otitis e incluso perforación  del tímpano. En estos casos si la espiga se ve se podría retirar con pinzas, con mucho cuidado.

Nariz: Cuando la espiga se introduce en la fosa nasal, nuestro perro estornudará fuertemente, de forma brusca y continúa, a veces con sangrado, arrugará el hocico y se frotará con las patas, también se pondrá bastante nervioso al ver que no se le pasa. Estos síntomas a veces le ayudan a expulsar la espiga, pero si observamos que continua haciéndolo, acudiremos al veterinario a que se la saque, no debemos hacerlo nosotros, ya que las fosas son zonas delicada y podríamos hacerle daño o provocarle infección al dejar algún trozo clavado.

Almohadillas: En esta zona el perro reaccionará lamiéndose constantemente e incluso con alguna cojera, también podremos observar abultaciones rojizas y con pus. En estas zonas nosotros mismo podemos actuar ya que veremos donde y de que forma esta clavada la espiga.

Órganos genitales: Esta zona no es muy habitual pero podría darse, el peludito lamerá su zona genital con más frecuencia y arrastrará el culo por el suelo con la intención de rascarse. Puede extraerse con facilidad y no suele dar problemas.

Boca: Cuando una espiga llega a la boca es bastante peligroso ya que nuestro can podría llegar a ingerirla, normalmente presentarán desgana a la hora de comer y beber, dolor, babeo e incluso sangrado, lo que ocurre es que la espiga se adhiere a la encía, en este caso nuestro veterinario es el más adecuado para la extracción. De ser ingerida podría causar serios problemas (se pueden dar casos de perforación interna), una revisión no vendría mal.

Piel: Este caso es el más complicado de tratar, ya que son difíciles de ver, sobretodo en perros de pelo largo, normalmente presentará abultaciones, que podrían estar infectadas, ya que la espiga podría estar a medio clavar o ya este clavada. Lo recomendable es que sea un veterinario el que la extraiga para evitar infecciones por quedarse algún trozo clavado.

Para saber si tiene alguna, debemos revisar al peludito, moviendo el pelo en varias direcciones y palpando su piel.

Como veis estas ramitas pueden ser más letales de lo que parecen, para evitar estos sucesos lo mejor es pasear por zonas ajardinadas pero que estén muy cuidadas y evitar zonas de ramas secas y altas que es donde suelen frecuentarse, aún así tras el paseo por ambas zonas, es aconsejable examinar al peludito para evitarnos disgustos y que nuestro can lo pase realmente mal.

¿Conocíais los síntomas de las espigas? ¿Habéis tenido algún problema con ella alguna vez? Contadnos vuestra experiencia en los comentarios.

 

 

 

Autor entrada: karim-admin

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